I
El criador de cuervos, es el que busca la coherencia pero aferrándose a las incoherencias, el que entiende que la realidad no es mas que la resignación, el que se ve obligado a darse cuenta que nuestra soledad esencial es esa realidad. Y todo aquello que nos rodea, toda la superficie que anida nuestro diario andar, no es más que una jaula llena de animales mansos y feroces.
El impedimento y la restricción son sus prohibiciones favoritas. Piensa, al igual que Goethe, que no hay nada más terrible que la ignorancia atrevida y activa. Además, no pretende agradarle a todo el mundo, su rima mas bien, es por placer.
Siempre ha pensado que entre el blanco y negro, podemos escoger el gris. Que siempre seremos capaces tomar la decisión correcta, por más improbable que parezca. Que nadar contra la corriente es el mejor ejercicio mental que la humanidad pueda hacer.
El que cría cuervos aparenta serlo, pero nunca estará en la manada, siempre será el lobo. Porque en un mundo plagado de estereotipos y gobernado por prejuicios, ser original es contradictorio, pero a la vez, muy placentero.
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